La imagen que nos devuelve el espejo no siempre es la misma que los demás perciben de nosotros. Llega, distorsionada, por la lente con la que nos perciben. Cargada de múltiples matices, tantos como seres humanos habitamos el Planeta. ¿Cómo somos? ¿Cómo nos ven? ¿Cómo somos en realidad? Toda esta complejidad se incrementa cuando hablamos de un negocio, un Restaurante como Planta Azul. Un lugar con solera que la gente busca para comer en El Palmar.
Solera y tradición se dan la mano en Planta Azul. Y buen hacer, por ende. No somos nosotros los que nos aplicamos estos calificativos. No tenemos abuela, pero no nos hacemos autobombo. Son opiniones que parten de vosotros, clientes, amigos, fieles. En Planta Azul siempre pensamos, desde el momento en que levantamos el cierre del negocio, en ese espejo donde nos vamos a ver reflejados. Donde nos veréis. Donde nos apreciarás. Con sus mil y un matices. Somos humanos. Y nuestra humanidad, la tuya o la mía, nos empuja a la subjetividad de las percepciones. Gustos. Matices. Visiones. Subjetividades, en suma.
La máxima común pasa por agradar al mayor número de personas. Lo ideal, a todo el mundo. O, al menos, a la infinita mayoría. Tenemos in mente, para lograrlo, al consultor japonés Masaaki Imai, al que tuvimos el placer de conocer en Madrid hace más de un cuarto de siglo. Imai es sinónimo de KAIZEN (Kai, cambio. Zen, bueno). O lo que es lo mismo, la mejora continua del trabajo en todos los estamentos de la empresa, del primero al último, con la búsqueda permanente del error cero. La calidad total. En Planta Azul llevamos trabajando años para lograrlo. Pero tú, también, puedes aplicarlo a todo lo que realices.
En el equipo del Restaurante nos sentimos muy orgullosos, por tanto, de los comentarios que nos hacéis, tanto en persona como a través de redes sociales y en webs valorativas. Orgullosos de ser un referente dentro de los Restaurantes de El Palmar. Un empeño familiar, principal piedra de batalla, desde que abrimos en 1974: Te ofrecemos una buena cocina, que bebe de la esencia de la cuina valenciana; sustentada en productos de proximidad, muy nuestros, valencianos, de personas que sabemos cómo labran el campo; todo ello, por supuesto, a buen precio; y, como te mereces, con un trato exquisito de nuestro personal, en un ambiente agradable.
Una suma de factores, y de los múltiples espejos en los que nos vemos reflejados, que ha propiciado que esta pareja argentina del vídeo que acompaña esta entrada al Blog, en su recorrido por el mundo, nos haya elegido para degustar la “auténtica paella valenciana”, según sus propias palabras. Tras acercarse desde Valencia en bici, y de patear El Palmar, recabaron en Planta Azul para degustar nuestra esencia. Para conocer y comer nuestra paella valenciana. Ejemplo. Emblema. Paella Valenciana, como mayúsculas. Y, ¿sabes por qué ha sido posible esta elección? Porque durante años estamos trabajando con calidad y esmero. Y lo que tú has visto, cómo has comido y lo que has opinado de nosotros lo ha propiciado. ¡Gracias por apreciar todo lo que hacemos!